La Herej�a de Horus (Warhammer 40.000)

Mucho antes del tenebroso y despiadado 41er milenio hubo una �poca de mitos y leyendas, en la que seres cuasi divinos libraron una monumental batalla fratricida. Diez mil a�os antes de la Batalla por Macragge, durante la cual toda la 1� Compa��a de Ultramarines se sacrific� valerosamente para rechazar a las hordas tir�nidas de la flota enjambre Behemoth, y eones antes de que Abaddon el Saqueador emprendiera su deleznable y sanguinaria Cruzada Negra, tuvo lugar el mayor de todos los enfrentamientos. Regresemos al Imperio del 31er milenio, una era dorada interrumpida por la traici�n. Bienvenido a la Herej�a de Horus.

La Herej�a de Horus es un juego de tablero �pico para dos jugadores ambientado en el sombr�o futuro de Warhammer 40.000, el c�lebre universo creado y publicado por Games Workshop. Cada jugador asume el mando de inmensas legiones en una encarnizada batalla sobre la desolada superficie de Terra, cuna de la raza humana. Las fuerzas del Imperio y el Caos se enfrentan en un violento combate que har� tambalearse los mism�simos cimientos de la humanidad.



Como jugador Imperial desempe�as el papel de Emperador de la Sagrada Terra, el �ltimo faro de esperanza para el futuro de toda la humanidad, organizando la resistencia desde el Palacio Imperial y protegido por su guardia personal de �lite, el Adeptus Custodes.

Tendr�s bajo tu mando a las fuerzas leales al Imperio, incluidas tres legiones de marines espaciales, innumerables regimientos de infanter�a y estruendosas divisiones acorazadas, bater�as de defensas l�ser que escudri�an el horizonte ante cualquier indicio de las fuerzas del Caos y los �ltimos titanes imperiales, descomunales templos de guerra ambulantes cuyo abundante armamento desata una lluvia de muerte sobre el campo de batalla.

Por otro lado, tal vez prefieras traicionar vilmente al Imperio del Hombre y dirigir personalmente el asalto a Terra como el se�or de la guerra Horus, otrora el m�s fiel y estimado de todos los v�stagos del Emperador, que ha renunciado por completo a la cordura y la esperanza tras ser transformado por la insidiosa corrupci�n del Caos.

Muy por encima, en la �rbita planetaria, se encuentra la Esp�ritu Vengativo, la nave insignia del se�or de la guerra desde la que orquesta el ataque contra el Palacio Imperial. En ella aguarda impaciente el momento oportuno para unirse a la refriega y abatir personalmente al Emperador en nombre de los cuatro poderes ruinosos del Caos.

Desde el puente de mando impartir�s �rdenes a las cuatro legiones de marines espaciales del Caos que han renunciado a la verdadera luz del Emperador, a ej�rcitos de sectarios y soldados renegados ansiosos por sembrar la muerte y la destrucci�n, a escuadrones de ca�oneras Thunderhawk y c�psulas de desembarco capaces de aniquilar a sus objetivos con una precisi�n quir�rgica; y tambi�n podr�s convocar balbuceantes hordas del Caos y fuerzas demon�acas procedentes del plano demencial de la disformidad, donde aguardan maliciosamente a ser enviados a la superficie del planeta. Si uno escucha atentamente, puede o�rlos susurrar incluso ahora.

Para vivir este legendario relato de traiciones blasfemas y hero�smo desesperado no tienes m�s que abrir la enorme caja del juego, llena hasta los topes con m�s de cien magn�ficas figuritas de pl�stico. Despliega el detallado mapa de Terra centrado en la regi�n circundante al Palacio Imperial, surcado por grietas en las que incluso puede verse la lava fluyendo.

No te asustes cuando veas los huecos del tablero; son emplazamientos donde colocar�s los bastiones, torres y f�bricas fortificadas que ofrecen al jugador Imperial protecci�n contra asaltos enemigos y bombardeos orbitales.

Todas estas estructuras, as� como el propio Palacio Imperial, est�n representadas por modelos tridimensionales de pl�stico que se alzan por encima del paisaje y encajan a la perfecci�n a trav�s de estos huecos del tablero para quedar fijos en su sitio y que no se vuelquen durante la partida. �Las fortificaciones de Terra no han tenido nunca un aspecto tan formidable! Ver el tablero completamente dispuesto, con todas las fichas y elementos del terreno, es todo un regalo para los ojos.

Adem�s de estas estructuras reforzadas con plastiacero los jugadores luchar�n por el control de otras localizaciones estrat�gicas; como los espaciopuertos ubicados en los cuatro cuadrantes del tablero, que determinar�n la facilidad con la que Horus podr� enviar nuevas oleadas de refuerzos al campo de batalla. Tambi�n aparece representada la Esp�ritu Vengativo, donde Horus y su c�rculo interior de consejeros se preparan para unirse al asalto en la superficie.

Finalmente, las �ltimas zonas del tablero sirven para llevar la cuenta de diversos detalles y mec�nicas del juego, como las �rdenes que se ha impartido a las unidades para llevar a cabo maniobras, los trepidantes intercambios que tienen lugar en combate, las vicisitudes de un medidor de iniciativa que indica qui�n jugar� el pr�ximo turno, e incluso los da�os sufridos por los h�roes que lideran a tus leales tropas en combate.

A La Herej�a de Horus no se juega con dados. En vez de eso tendr�s que devanarte los sesos para compaginar una s�lida estrategia a largo plazo con t�cticas veloces para las escaramuzas inmediatas. Y todo esto se consigue mediante un elegante sistema de juego por cartas que garantiza emociones y satisfacci�n en todas las partidas.

La Herej�a de Horus incluye seis escenarios de dificultad variable que ofrecen distintas experiencias de juego. El primero, titulado Guerra fratricida, es especialmente recomendable para jugadores noveles porque indica la posici�n inicial de todas las tropas. Es una versi�n equilibrada de la Batalla por Terra, y adem�s constituye una recreaci�n hist�rica aproximada de los eventos de aquel conflicto.



Si est�s familiarizado con la ambientaci�n de Warhammer 40.000 o vas a jugar por primera vez a este juego, te recomendamos que eches la primera partida con este escenario. Cuando ya est�s preparado podr�s pasar a los escenarios avanzados, que incluyen numerosos cambios para poner a prueba la habilidad de los jugadores m�s experimentados.

Tanto si perteneces al bando honorable como si has jurado lealtad al profano, La Herej�a de Horus exprimir� tus dotes estrat�gicas y t�cticas sobre el tablero. No se trata de un enfrentamiento casual entre unidades sueltas, ni dirigir�s combatientes individuales que corretean por zonas desprovistas de cobertura en un campo de batalla abierto. �Esto es la guerra a una escala �pica e inimaginable, y su trascendencia va m�s all� de lo que jam�s se ha visto ni se volver� a ver!

�Triunfar� Horus en su imp�o prop�sito de aplastar al Imperio bajo su corrupta bota, anegando la galaxia con una marea de Caos y destrucci�n, o lograr� el ind�mito Emperador de la Humanidad rechazar el cruento asedio y devolver el ataque a los crueles designios de las siniestras fuerzas de la disformidad? �Decide la direcci�n que tomar� el destino, pues �ste es el momento de la verdad y esperamos que tomes parte en �